domingo, 13 de febrero de 2011

La indiferencia y apatia.

No sabía que escribir, por eso no había escrito. Pero hoy fui a la cruz roja. Sí a la CRUZ ROJA. A esa institución que ayudas tú. Esa institución que si fuera cruz en el mundo arabe, se iría a la burger y que por lo tanto tuvo que metamorfosearse por una media luna; y que en algún momento se dijo: "hey por que no hacemos un rombo". Bueno, el chiste de esta entrada no es el logo de la cruz roja,(... aún cuando es interesante) sino la apatía... y en cierto modo la indiferencia.

El chiste es que por fin voy a entrar a hacer prácticas profesionales (por segunda ocasión). Para entrar uno de los muchos documentos sin sentido que me pidieron para esta entrada burocrática fue un certificado médico. O_o

En primera instancia me quedé con cara de "que ondaaaaa", pero después investigué que en la cruz roja podía sacar uno. Entonces me dije "iré a la cruz roja". Pues ¿Cuál fue mi sorpresa que en primer lugar tenía que pagar 50 pesos por el dichoso certificado? Mi sorpresa fue ésta: WTF! Me sentí como esas personas estafadas a las que les piden dinero por anticipado para poderlos "meter" al negocio "millonario". Aparte de pagar este dinero tendría que hacer una fila de quien-sabe-cuanto-tiempo para recibir la atención medica necesaria para sacar el certificadillo. Afortunadamente me dijeron que abrían también los fines de semana -No tendría que esperar tanto tiempo en un fin de semana, de eso estaba seguro-.

Pues bien. Hoy fui a la buena Media Luna Roja (para que no digan que soy racista) a sacar mi bueno y útil certificado médico. En primer lugar llegué y había una pareja "esperando". Cuando les pregunté si iban a pasar, el hombre empezó a reclamarle a su mujer por qué no había tenido el valor de venir sola y que pasara y blah blah blah. El chiste es que yo no sé que le dijo este vato a su chava pero la vibra con la que se lo dijo y el tono, definitivamente no fueron agradables. Al final la chava decidió meterse a la "consulta" para el certificado y entonces yo me tuve que esperar un poco más para la mía. A final de cuentas ellos estaban antes.

Después de unos pocos minutos me tocó el turno para pasar con un médico/pasante/serviciante social cuyo atuendo era un pantalón de mezclilla blanco, unos tenis locochones blancos y una playera blanca... con colores roseaceos y brillantina. Le persona ésta me preguntó lo siguiente:
¿cuántos años tienes?
¿Sabes cuánto mides?
y ¿Cuánto pesas?
Después de estas preguntas, el buen "médico" procedió a medirme... (fue la única pregunta que no le contesté con certeza). Al termino de mi pesar (Sí, dije pesar) me dijo: "Puedes pasar a la sala de espera, ahorita te damos tu credencial de elector y tu certificado" Queeeeee peeeeedooooo!!!!!! (Donde quedó la parte médica del certificado?)... Nadie lo sabe.

Después de aguantar un ambiente de tensión en la sala de espera... pues la pareja que mencioné con anterioridad aún seguía ahí. Llamaron a la chavita para recoger su certificado. Le pidieron, cómo muchos otros avisos impresos en papel bond le pedían, que revisara sus datos. Lamentablemente la chava sólo dijo hasta luego y se fue apresuradamente para seguir a un novio que se había ido desde que la llamaron al mostrador.

Hubo dos veces que desee decirle al novio: "No le hables así a tu chava"; pero no lo hice. Desee que los chavos de la recepción la detuvieran para que se diera tiempo de checar sus datos; pero tampoco lo hicieron. Y tuve una clara oportunidad de hablar con ella, a solas, pero por supuesto, no lo hice, no la conocía y qué iba a hacer yo para cambiar su apreciable tristeza y maltrato.

Por otro lado cuando imprimieron mi buen certificado, lo imprimieron en hojas pre-memebretadas y pre-firmadas por una doctora que, a todas luces, no se encontraba a la vista. Es lamentable como es este país. Por querer "ahorrarse tiempo" hacen todas las cosas mal. Desde un punto de vista estrictamente administrativo, la eficiencia es un factor clave para mejorar la calidad y el servicio que las instituciones ofrecen. Pero eficiencia y hueva no es lo mismo. La doctora cuya firma aparecía en el certificado médco debió de haberme aplicado el examen o por lo menos el examen debió de haber consistido en algo más que preguntar por mi edad, mi estatura y mi peso... No creen? A final de cuentas estás pagando por él.

A la cruz roja la ayudas tú! pero a veces no dan ganas de ayudarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario