Los viajes de olores

El otro día quería escribir: "Después de un viaje de viejos amores y grandes olores... " Eso fue cuando anduve viajando por Europa. Ahora ya no lo quiero escribir. Bueno, la neta sí quiero pero no tengo donde. Debido a la ausencia de lugar lo reservo especialmente para esa entrada que lo merezca, mientras tanto se queda aquí. Así tal cual como un simple pensamiento incompleto.

Siempre he pensado que cada lugar huele distinto y que cada olor pertence a un lugar. No hay como regresar al lugar amado en la infancia o a aquel lugar dunde empezó el viaje fantástico e inolvidable y decir: "A huevo, así es como me acordaba que olía". O qué bonito es también cuando la mente nos juega limpio y nos pone en la nariz (sin motivo aparente) el olor de un lugar tan bien recordado. Esos son los momentos que me sacan una sonrisa y que me hacen el día.

A seguir oliendo. Quizás un día nos llegue el recuerdo del olor de este momento y entonces sonriamos.